NUESTRA HISTORIA

Marsuca comienza sin pretenderlo, cuando en mayo de 2017 me piden matrimonio y empezamos a organizar todo para septiembre de ese mismo año. Mi hermana María y yo, Susana, comenzamos a buscar ideas y a guardar fotos de cositas que nos gustaban, pero el problema llegó cuando quisimos comprarlas. No encontrábamos dónde encargar la mayoría de las cosas y cuando lo hacíamos, no podíamos modificar los diseños así que era imposible tener dos cosas iguales. En ese momento, decidimos hacerlo todo nosotras mismas, juntas.

Seguro que aquí nos estás imaginando con la impresora de casa y viendo tutoriales DIY, pero te equivocas, ¡contábamos con una gran ventaja! María, que estudió Publicidad y Relaciones Públicas, llevaba tres años trabajando en la imprenta familiar como diseñadora gráfica, así que ella fue quien diseñó toda mi papelería y allí fue donde hicimos que todas nuestras ideas cobraran vida. El resultado fue un éxito y muchos amigos y conocidos nos pidieron que les ayudáramos con sus bodas.

Estuvimos así dos años más, hasta que en 2019 María dejó de trabajar en la imprenta para dedicarse 100% a Marsuca que, lejos de desaparecer porque se dejaron de celebrar bodas con la pandemia, teníamos más trabajo que nunca! La gente quería celebrar, aunque fuera en la distancia, fechas especiales como el día de la madre o el nacimiento de un bebé.

Por mi parte, contarte que soy Ingeniera Industrial y ¿qué hago aquí si no tengo nada que ver con María ni con lo que hacemos? Pues porque por suerte descubrimos que el ser tan distintas era la clave para que Marsuca funcionara también. Mientras que María es la parte creativa (quien diseña y crea nuevos productos), yo soy la parte racional (quien se encarga de los números y las cosas técnicas). Nuestras diferencias, en vez de alejarnos, nos complementan a la perfección y gracias a eso estás aquí leyendo quiénes somos y cómo surgió nuestro gran sueño.